No es muy conocido que nuestra Sociedad Sarmiento, en 1884, o sea apenas dos años después de fundada, creó con sus propios medios una “Escuela Nocturna para Obreros”. Fue un proyecto del socio Fidel Díaz y allí se impartían, gratuitamente, “todos los ramos de instrucción elemental”. Para alojarla, el Gobierno de la Provincia, (a cambio de 25 pesos bolivianos mensuales para arreglo del local y otros rubros) le cedió un salón de la Escuela Avellaneda, que por entonces existía en Muñecas cuarta cuadra.
Llegó a contar con “cerca de doscientos alumnos de 15 a 50 años de edad, que asistían, con mucho interés y entusiasmo, a recibir la enseñanza elemental que tanto necesitaban para desarrollar con mayor provecho y competencia sus diarias actividades”, según recordaba don Nicolás Ayala. De acuerdo a otro socio, don Manuel Pérez, el establecimiento “funcionó un par de años, con una asistencia bastante numerosa, y el personal que la servía era gratuito”.
Ayala decía que “daba gusto ver y enseñar a hombres canosos que, con todo respeto y en cariñosa promiscuidad con muchachos vivaces e inteligentes, asistían noche a noche para recibir instrucción, dada por maestros gratuitos como Manuel Pérez, José R. Fierro, (José) Ponssa, (Fidel) Díaz, (Moisés) Valenzuela y hasta Tiburcio Padilla hijo, que después fue árbol truncado en la lozanía de su vida vigorosa, cuando aún no había dado todos los frutos que, con justicia, se esperaban de su robusta savia”.
Agregaba Ayala que “en esa escuela, donde también yo me conté por cierto, todos éramos directores, celadores, ayudantes y maestros a la vez”.